Más que escuchar...

Escuchar relatos estimula la imaginación de los niños trasladándoles a lugares lejanos llenos de personajes fascinantes. Sin darse cuenta, mejoran su capacidad de atención tan importante para su pleno desarrollo.

Con cada historia, los niños enriquecen su vocabulario mejorando su comprensión lectora y sus habilidades comunicativas. 

La identificación con los personajes de los cuentos y sus dilemas facilita el procesamiento de los conflictos internos del niño.  El desenlace de cada historia ofrece al niño soluciones simbólicas que le ayuda a integrar mejor su realidad.

Escuchar lo que les pasa a "otros" también desarrolla la empatía, una cualidad esencial para poder entender las motivaciones y circunstancias del "Otro" desde su propia perspectiva.

Compartiendo sus reflexiones con los demás, los niños desarrollan su espíritu crítico y capacidad de escucha.

Esta actividad fomentará su amor por la lectura convirtiéndola en uno de sus pasatiempos favoritos.